martes, 4 de enero de 2011

SEIS DÍAS DESPUÉS

Es más que necesario dar publicidad a los artículos que por encima de todo hacen justicia a parsonas,  a Entes,  a situaciones límite.
Copio íntegro el elaborado por Álvaro Pombo.
No hay nada que añadir,  pues queda todo dicho magistralmente


¿Cómo es posible que desaparezca CNN +? Estoy viviendo esta noticia (que, oh ironía, es más que una noticia) como un accidente trágico que me afecta a mí personalmente. Debo precisar: lo que está pasando con CNN +, lo que estoy viendo ahora, es trágico y me afecta personalmente, pero no es un accidente. Se nos dice que CNN + desaparece porque no es económicamente viable.



No me corresponde a mí discutir este asunto. Me corresponde, en cambio, negarme a aceptarlo en su facticidad. Si por un instante acepto que una programación de calidad, seriedad y elegancia como la que ofrecía CNN + no es comercialmente viable, estoy aceptando sin discusión que calidad y comercialidad son incompatibles. Si esto fuera así, estaríamos perdidos. Pero ya estamos perdidos. La desaparición de CNN + es una grave quiebra del sistema mediático español. Voy a hablar del asunto desde la perspectiva de mi alma, que es simplemente mi conciencia de espectador que a lo largo de estos últimos años ha visto casi todos los informativos y entrevistas de Antonio San José, los debates de José María Calleja, los debates de economía de los sábados y las noticias de los corresponsales nacionales y extranjeros, que después se traducían en España. Más, en estos últimos tiempos, el programa y las entrevistas de Iñaki Gabilondo. He visto incluso, muy temprano por la mañana, el divertido programa de García Siñeriz.

Yo mismo he participado en algunos de esos debates y entrevistas, pero sobre todo he participado como espectador. Deseo detenerme en esta condición: el espectador desaparece también al desaparecer estos interlocutores razonables. Todo un territorio de racionalidad, de sobriedad y de dar tiempo al tiempo se desmorona ahora. ¿Qué queda de nosotros ahora, nosotros los que veíamos CNN + desde nuestras casas? Dada la estructura intencional de la conciencia, al desaparecer un objeto pensado, imaginado, contemplado, como es un conjunto de programas de televisión, se corta la cadena fenomenológica del ego-cogito-cogitatum. Lo mentado, al desaparecer, o al corromperse o al envilecerse, arrastra al sujeto también, al yo individual.

Y lo que desaparece ahora es un estilo, una obra artística e intelectual total, una forma total de hacer televisión, inédita en España hasta la fecha, ejemplar a todos los niveles, incluido el nivel de lo que se llama comúnmente los magacines. Se pierde la gracia de la televisión española, nos quedamos con la zafiedad de luxe, el cutrelux. Y lo grave, lo trágico, es que CNN + representaba, desde el punto de vista del espectador, lo que todos estamos buscando como intelectuales, como escritores, como padres de familia, el sosiego y la información, dentro de lo que cabe contrastada, no la opinión enfurecida, no la ira del español sentado, no la mala baba politiqueante, sino la sosegada mirada de un Basterra o la nerviosa y acerada y sosegada reflexión de un Ekaizer, por no hablar de los estupendos periodistas más jóvenes o de Vicente Verdú o de Joaquín Estefanía... Pero esto no es un llanto por los desempleados conocidos o anónimos que va a causar este desastre. Aun siendo eso también, es sobre todo un lamento por el alma del espectador español, que pierde, al perderse CNN +, una parte sosegada y creadora y pública de su mundo intencional y de su alma.



.Álvaro Pombo es escritor y académico de la Lengua




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